Nos encontramos en Storybrooke, un pequeño pueblo de Maine que tiene una particularidad: todos sus habitantes han salido de los cuentos de hadas.

Hace ya mucho tiempo la Reina Malvada, una poderosa hechicera, lanzó un maleficio para poder tener su ansiado final feliz. Trasladó a todos los habitantes del reino a otro mundo y les mantuvo congelados en el tiempo. Creo para todos ellos recuerdos de una vida que no habían tenido y les hizo olvidar su auténtico pasado. Cambió la identidad de todos a su antojo, haciéndo lo que quería con sus vidas: Maléfica permaneció bajo el ayuntamiento en una celda, Ariel fue separada de su amado Eric, Cenicienta fue abandonada por su príncipe, Jafar estaba felizmente casado con su esposa Jasmine, Bella permanecía encerrada muy lejos de Rumpelstiltskin, James estaba casado con Abigail... Así hizo que cada uno fuera desgraciado a su manera; todos menos ella misma que adoptó un niño y le crió como si fuera su propio hijo.

Regina vivió su final feliz durante 28 años hasta que una forastera comenzó a cambiar las cosas.

Con la llegada al pueblo de Emma Swan, la extraña forastera, todo se complicó para Regina. Resultó ser que esta mujer era la madre biológica de Henry, su hijo adoptivo.

Esa condenada mujer trastocó el pequeño universo de Regina y, por mucho que la alcaldesa intentara echarla del pueblo, la joven estaba decidida a quedarse. Consiguió trabajo como ayudante de sheriff y pasaba cada vez más tiempo con el pequeño Henry. Asimismo fue ganándose a los habitantes de Storybrooke con su simpatía natural. Emma tan solo quería que Henry fuera feliz e ignoraba todo lo que ello conllevaba.

Por otro lado había un pequeño detalle en el que Regina no había reparado: no todos los habitantes hechizados olvidaron... Jefferson, Maléfica y el Sr. Gold aún recuerdan de dónde venian. Y Jefferson, el sombrerero loco, estaba urdiendo un delicado plan para destronar a Regina de una vez por todas.

Dado que Jefferson no había recuperado a su hija Grace, a pesar de haber hecho todo lo que Regina le ordenaba, estaba decidido a eliminarla.

Empezó soltando a Bella de su prisión para ganarse de aliado al Sr. Gold; y dejó libre a Maléfica para que le debiera un favor. Sí, Jefferson iba a conseguir que la magia volviera a Storybrooke, tan solo era cuestión de tiempo. Con su poder restaurado, enviaría a Regina lejos y volvería a tomar a Grace entre sus brazos.

Además, un nuevo habitante, o no tan nuevo, rondaba por la ciudad, alguien que no debería estar ahí y que al principio no se dejaba ver demasiado. Está claro que se trata de Bealfire, el hijo de Rumpelstintlskin que abandonó su mundo mucho tiempo atrás y ahora llegaba al mundo real para ser parte de él y de la historia de Storybrooke.

Todo esto ocurría sin que Regina fuera consciente de esto. Ella ignoraba dos cosas: Emma era la única persona del mundo que tenía poder suficiente para romper el hechizo y Jefferson estaba cada vez más cerca de recuperar la magia.